miércoles, 4 de diciembre de 2013

Oración de Finita para conseguir dinero.

¡Oh! San Gregorio de Nisa que eras negro como la ceniza, dame verraquera para aguantarme la golpiza que me va a dar mi marido cuando se dé cuenta que le quemé la camisa.

¡Oh! San Francisco de Asis, ayúdame con esta amibiasis que me tortura y me ruptura las entrañas por andar recibiéndole empanadas a viejas extrañas.

¡Oh! San Antonio de Abad que por el desierto vagaste y hambre aguantaste, ríndeme la plata del mercado y dame voluntad para que no me la gaste.

En estas navidades vagaré por tiendas de variedades, en busca de descuentos y racionamientos, porque la situación es dura y estoy empezando a perder la compostura.
Dame fuerza Santa Filomena y multiplícame la plata de la quincena. Que me llegue la prima grandota porque por Dios que no tengo con qué pagarle al gota a gota.
Tan grandes han sido mis caídas en la lucha por prendas de marcas desconocidas e imperfecciones bien escondidas que ya tengo las rodillas jodidas, pero soy fuerte y aventurera y ninguna rebaja será pasada por alto.

Te ruego San Bonifacio que lo que resta de este año no se pase despacio, que no tenemos para comer y no sé cómo en el 2013 nos logramos mantener.
Jesús es bueno o al menos eso pensamos, y tan jodidas nos tiene que en consuelo de bobos nos reconfortamos. Nuestros méritos le abonamos y nuestras desgracias nos achacamos.

Somos pobres y mal vestidas, pero no todas tenemos malas intenciones, sin embargo por más que nos esforcemos, al infierno nos iremos, sea por homosexuales, adúlteras, tacañas o lujuriosas, para nosotras y toda la humanidad no queda más que una muerte tortuosa, un averno eterno lleno de malevolencia en el que nuestra alma sufrirá más que Venezuela con Maduro en la presidencia.

¡Gayman!

Listo mis amores, después de esta oración se rezan 139 Ave Marías, 278 Padres nuestros y los misterios doloroso.

Mis amores, esta oración fue leída y santificada por mi íntima amiga Bien Adicta XVI cuando estaba en el papado y aunque no le ha servido a nadie, pueden guardar la esperanza de que en algún momento surgirá efecto, como pasa con todas las otras oraciones.

Besos nenas.

Finita Ludwig de McPherson.

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