lunes, 2 de septiembre de 2013

Mc Starbucks

Mis Little Poors, mis Finiliebers, mis amados Josefinetioners.


¿Cómo están mis lectores que se debaten entre hacer aseo y ver las novelas chinas de la tarde en RCN?

Yo como les comenté estuve hace poco en Bora Bora, una semana para ser exactos y pues como siempre, la pasé delicioso. Tengo una nada humilde propiedad ubicada en tan maravillosa isla por lo que me di un merecido descanso de tanta pendejada con la que tengo que lidiar a diario.

Ustedes se preguntarán qué tantas preocupaciones puede tener una bella, decente, adinerada y culta dama como yo, pero créanme que vivir entre jodidos que pasan sus fines de semana en el zoológico y que gastan sus ahorros para ir a ver ballenas apareándose en la cloaca que es el mar de Buenaventura, no es fácil.


Fui con unas cuantas amistades, mi amiga Benny XVI, Rómula O’Farril y Vladi Putín, que después de que le mostré las fotos de Keller Wortham desnudo, se hizo fan de “Allá Te Espero”.
Ese Vladimir Putín es todo un Putín. No entiendo por qué esa ley anti-maricas, perdón, anti-gays en Rusia si a él le gusta que le empujen el Grechka, que no se venga a hacer la macha.

Pasando de página, tuve la oportunidad de leer que Starbucks está próximo a llegar a Colombia ¡Niñas! Tienen hasta el 2014 para ahorrar lo que les sobra de sus ventas de dulces en el SENA y así poder permitirse un Latte de 15 USD.
Para ustedes será lo más internacional a lo que podrán acceder después de la membresía del Pricesmart, con la que les queda más económica la salsa de tomate (a la que ahora llaman “kétchup”) y los tarros de Pringles.

Ustedes son tan predecibles que ya las veo sentadas, escuchando el nuevo single de Lady GaGa (Ese con el que ahora resultó diciendo que ella no vive de las ventas sino del aplauso) en un iPhone pagado a quincenas, dejando un último chorrito de café para no irse temprano, leyendo ’50 Sombras de Grey’ delante de todo el mundo para parecer intelectuales, vestidas con chanclas, bufanda y Ray-Bans y con un cigarrillo ‘light’ comprado por unidad en el puesto de chicles y minutos.
Mis amores, esa actitud de pseudo-hipster no les queda bien, ni siquiera a los malditos hpsters les queda bien.

Por último, todas con disimulo, guardarán el vaso en la maleta  y lo usarán en sus casas para tomarse una taza de Águila Roja en papeleta al desayuno y los diseñadores gráficos, como porta-lápices, porque esa porquería de carrera no da ni para comprarse una cartuchera decente. Ya las he de ver inundando Instagram con fotos de sus granizados descremados.


La apertura de esta tan conocida marca de café generará empleo en todo el país, librando a los que se graduaron de carreras como Filosofía y Sociología de las dizque explotadoras garras de McDonald’s y brindando una estabilidad económica, no mejor, pero sí menos jodida.

Yo, personalmente, no creo en la explotación,  prefiero más el término:

“Presión laboral con un reconocimiento económico limitado, bajo extensas horas de productividad módicamente remuneradas, con el fin de generar responsabilidad y esfuerzo, encaminado al bien material del empleador”

Pero como no todos piensan como McDonald’s y como yo, pues lo más normal es que busquen mejor pago por menos tiempo de trabajo ¡Qué holgazanas!
La hamburguesería que ya mencioné, creó una tabla de gastos e ingresos, bajo la cual pueden regirse sus empleados y así, ajustar su salario mínimo, a una serie de gastos sin necesidad de verse alcanzados hasta el nuevo pago:







Como ven, sí es posible vivir con el salario mínimo, sólo deben saber acomodar sus ganancias a su estilo de vida. Yo es que creo que los pobres se complican mucho:

No anden en carro, vayan a trabajar en bicicleta, así hacen ejercicio y no gastan en gasolina.

Para la comida: Si algo aprendimos de Martha Stewart durante su estadía en la cárcel es que con simples hierbas que crecen en el jardín, puedes prepararte una deliciosa ensalada. Y si te gusta comer carne, dicen que las cucarachas son muy nutritivas.

¿Por qué preocuparse por un techo si los puentes son gratis? Hoy en día permitirse una casa es un lujo extravagante, siempre hay espacios públicos que te pueden refugiar de la lluvia.

¿Salud? Eso es un invento. Los pobres necesitan salir a la calle y pasar unas cuantas penurias para 

coger unas buenas defensas ¿Cuando han visto a un indigente con gripa? ¡Nunca! Y si es una emergencia. Qué más da, si no tienen una familia que les dé para comer y vivir, no tienen una familia que se preocupe por ustedes si mueren.

El agua cae del cielo y fluye por los ríos, siempre es bueno tonificar los brazos cargando unas buenas cubetas desde algún lago hasta tu casa.

No hay mejor energía que la luz de una vela encendida.


¿Televisión? Si trabajan como mulas ¿Qué tiempo les va a quedar para entretenerse?

La telefonía celular hoy en día puede parecer una necesidad, pero es más un lujo. No se preocupen por tener un plan de voz cuando pueden hablar todo lo que quieran si les toca hacer su turno en el ‘Drive thru’ además, interactuar con extraños puede ser muy divertido y así conocerán nuevas amistades.

Como ven, en la vida hay que ser positivo, como los portadores de VIH. 

Me retiro mis amores, no sin antes decirles una sabia palabra a los campesinos del paro agrario: “Pricesmart”

Esperemos que cese pronto, porque esos indios botando litros de leche mientras los arquitectos de mueren de hambre ¡Qué horrortz!  Además que con el bloqueo de las vías no les llegan los encargos de Yanbal.

Mis niñas, pronto estaré con ustedes escribiendo otra de mis tan gustadas columnas, sé que me demoro, pero la verdad es que me da fastidio dirigirle la palabra a Zenaida y ustedes bien saben que es ella quien redacta mis tan gustados escritos.



No las quiero mis dragones de komodo.



Finita Ludwig de MchPerson.

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