Semana Santa

Ten piedad de ellas o Finita, ten piedad, ten piedad de ellas.

Mis preciosas ¿Cómo disfrutaron estos 4 días de descanso de la denominados “Semana Santa”? ¿No les da remordimiento la idea de que su Dios murió para que tuvieran vacaciones? En serio, así de jodidas las vio que se sacrificó porque supo que jamás de los jamases tendrían fondos para darse un descanso que durara más de un domingo cada 8 días.

En serio, él muriendo mientras ustedes hacen paseo de río y comen sancocho de pescado, mientras bailan en lycras, con el cabello mojado y los michelines escurrido al son de una guasca.

Hay algo no me queda muy claro, ese todo poderoso, alabado por las clases obreras, a las cuales les es más económico  dar limosnas a la iglesia católica y creer en la misma que donar a la ciencia y verla como fuente de poder; ese proyecto de Superman con barbas, Jesucristo, sí, creo que así se llama ¿fue clavado en una cruz como vil cable de parabólica a pared sin repellar? ¿Eso cómo se escribe “Crucifixión” o “Cruz y Ficción”?

Estas épocas me generan mil y un preguntas.

Quiero contarles que me pasé por una misa y cuando pregunté si tenían palcos VIP me dijeron que ante los ojos de Dios todos somos iguales, eso ya restó como 10 puntos. O su Dios es ciego o tenemos un problema de daltonismo socioeconómico, porque si yo me parezco a un negro o a un inmigrante, que me digan ya y me quito la vida. En fin, volviendo al tema, lo primero que noté es que las puertas de la iglesia son bastante grandes… Ahora sé porqué le dicen “El altísimo”, aunque la verdad estuve pisteando y no lo vi por ningún lado.  Después de un rato en espera aparece el tal cura, con un atuendo muy interesante, usaba una guayabera larga, desde el cuello al suelo y con una bufanda morada en los hombros y empieza a hablar de amarnos unos a otros, de hacer el bien y de uno de sus amigos, que era piloto, creo que se llamaba Poncio, sí, Poncio, y era piloto.  Cuando menos pensé, ¡Zuaz! Que era hora de los aerobics y yo iba de falda y pava, y que párense y que siéntense, y de rodillas, y todo mundo haciendo lo mismo, parecíamos una coreografía de Fama.  En determinado momento me da por mirar a la izquierda y noto que los baños son al aire libre, muy medieval, pero claro, a punta de limosnas quién coloca paredes para los sanitarios. Cuando sí señor, un tipo estaba ahí sentado, y se la pasó toda la misa defecando, supongo, y no se quería mover, que la gente hacía fila y se le arrodillaba para que el tipo se quitara y el muy descarado les echaba una bendición como en son de “que Dios te ayude porque mi cagada va para largo” lo bueno, es que por la distancia a la que estábamos, a mí no me llegó el olor, pero creo que era bastante fuerte, porque el padre hasta tuvo que sacar incienso para el hedor.  
En un momento llega una señora con un colador de café y dije “Maldita sea, hasta acá cobran cover”  Aunque era justificable, porque ese día era barra libre e inmediatamente todos se levantaron e hicieron fila para pedir su trago, yo la verdad me quedé en mi sitio mirando, porque como que se habían acabado los vasos desechables y estaban tomando de la misma copa.  El licor estaba como rancio porque después le tuvieron que dar a todos un alka-seltzer grandísimo.  Hasta que pasado un rato, todo mundo empieza a darse la mano, y me vieron cara de lesbiana porque me decían constantemente “Que la Paz esté contigo” pero yo no quiero estar con Paz, María, Magdalena, ni ninguna de esas  presentadoras de EWTN.

Cuando acabó tan pagano ritual, me dirigí a mi mansión y de inmediato me coloqué en una amplia tarea investigativa sobre todo lo escuchado en la iglesia, que de por sí, la misa parece un grupo de literatura porque ¿a quién se le ocurre predicar leyendo una novela de ciencia ficción como la Biblia? que estoy segura que la escribió Deepak Chopra o Walter Riso, ya saben, con eso de que se curan leprosos con la mano, ciegos con un estornudo, caminan sobre las aguas y llueven sapos… ¡Walt Disney, ya tienes tu próxima película!

En medio de mis investigaciones, descubrí que la “virgen” María quedó embarazada por un ángel llamado Gabriel… ¿Es en serio? Me creen tan pendeja como para comerme el cuento de que el angelito puso polvo de hadas y ¡CHAZ, se hizo Chocapic!  Además que eso de milagroso no tiene nada, que San Gabriel no debió llegar con una sonrisa de oreja a oreja a timar a la pobre ¡no señor! Debió decirle: “Mira, por nueve meses la vas a pasar muy mal, te vas a poner gorda, se te van a caer las tetas, vas a vomitar hasta la saliva, te van a dar antojos y en esta tierra de mierda no se come más que pan duro y agua, todavía no se ha inventado la ropa materna  y vas a tener que usar el mismo trapo azúl y blanco hasta que salga el niño.

Llegado el noveno mes, la panocha te va a doler como nunca, porque imagínate, si lo vas a tener en un pajar entre burras y cabras, mejor ni mencionemos posibilidades de una epidural, te vas a perder la navidad porque nace un 25 de Diciembre, los regalos van a ser incienso, mirra y oro, los dos primeros los usas como ambientador porque la caca de las vacas es hedionda, y con el oro te compras pañales y leche, los padrinos van a ser 3 pastores que andan con las patas peladas de caminar por el desierto sin chanclas y uno de ellos es negro y morrongo, tu marido será carpintero que no es una de las profesiones más lucrativas y para colmo de males a tu hijo lo van a crucificar en unos años, todo para salvar a una humanidad que más adelante pensará que todo es un cuento de hadas y creerá más en las teorías de Charles Darwin y el origen de las especies ¿Quieres continuar o le tiro el chino a otra? ”

Bueno mis hermosas hematofilicas, que disfrutan bebiendo la sangre de Cristo y comiendose su cuerpo (En serio, ustedes son más degenradas que las ateas y los ingenieros de sistemas) Las dejo, recordandoles que las quiero…Poquito, pero al menos obtienen cariño sincero, no como el de sus maridos que es por mero intereses, y eso que están jodidas. Les mando un beso tronado y les deseo que disfruten las pocas horas de descanso que les quedan porque ya mañana a trabajar como negras para vivir como blancas.

No les desea lo mejor.

Finita Ludwig de McPherson