viernes, 25 de marzo de 2011

Q.E.P.D. Elizabeth Taylor

Mis postrecitos de arepa y borojó!

La verdad vengo con ganas de nada, pero ¡nada es nada! La verdad escribo el día de hoy por pura petición de muchas que me decían “Finita, publica por favor que pago media hora en el cyber sólo para leerte, que ya ahora tengo turno en la portería del edificio” Por lo que me dio lástima y por supuesto decidí publicar el día de hoy.
Quiero empezar manifestándole mi más sentido pésame a mi ahijado Michael Wilding (Lo coloco con apellido porque luego creen que estoy amadrinando a algún negrito chocuano)  La verdad la noticia me cayó como tsunami de agua fría (¡Oh! Qué jocosa) Fue muy triste enterarme de que mi querida
amiga Liz había fallecido. Lo primero que le dije a Michaelsito fue: Queridito, ya no sé quién te va a dar de comer, así que vamos a hacer una película acerca de la vida de tu madre, con tantos matrimonios, podría ser “8 bodas y un funeral”  Pero aparentemente no le agradó mucho. Ahora, la muerte de Gloria Valencia de Castaño que… Que… Que en paz descanse que me vale huevos.

Cómo les parece que hoy estaba sentada en mi comedor de 36 puestos cuando la sirvienta ecuatoriana me llega con atún, sí chicas ¡atún! Por supuesto me indigné y le hice el reclamo de que a qué se debía tal falta de respeto ¡Por favor! En la nevera hay salmón, merluza y demás, y me trae atún, que guardo esas latas junto a la comida de los gatos, y que son para que la servidumbre almuerce (Que una lata de atún con un huevo y tienen energías para todo el día, como los perros, que con una comida al día bien cargada sobreviven) Me dijo que se debía a que hoy era vigilia, por lo que no se podía comer carnes rojas. Pero ya saben cómo soy yo con esto de los ritos religiosos, que no me coloco la ceniza porque estoy segura que es rímel de Avon diluido en agua.
 Así que le dije que me trajera algo que hubiera pastado cuando estaba vivo.  Creo que su Dios está muy ocupado destruyendo civilizaciones medio orientales y enterrando mineros como para preocuparse si mi almuerzo de hoy vivía en el mar o en una finca. Claro, como ustedes no matan una vaca si no es para un sacrificio en honor del sol. Eso sí, de todas maneras chicas, les pido por favor comprar pescado, que con el tsunami segurito y hay tantos en Tokio que debe estar a precio de huevo. Además, que entre la humedad y los radioactivos que andan los japoneses, de pronto mutan a más peces y pues para que no se vayan a morir sin darles un buen uso (Y pensar que iba a ir a ese país de vacaciones con el negro que me lleva en los hombros cuando estoy cansada de caminar, se imaginan, si hubiera muerto, los titulares de los periódicos: 
“Encuentran muertos a una persona y un negro”) Por cierto ¿se ahogaron todos los pokemones o sólo quedaron vivos los de agua ? Ah, pues sí, que volviendo al tema, que cuando menos pienso, veo a la sirvienta tirando el atún a la basura, ¡Uy! Qué enfado el que me dio, le dije: 
“Pero ¿qué haces tirando la comida? Que acá no es como en tu puta tribu que la tira un avión de la Unicef en una caja “ Así que la recogió y almorzó con eso, que entre el residuo de café y los pedazos de cáscara de plátano, podría decir que es un atún exótico. Al rato que fui, la india estaba un poco triste, pero le dije ánimos, que se imaginara que estaba en su país y que acababa de cazar a un misionero.

Y por último, como todas ustedes saben fue mi cumpleaños número… Fue mi cumpleaños. ¡Ayayayayay! Cómo me la pasé, cuantas llamadasrecibí, por cierto, a los que no les contesté fue porque la misma ecuatoriana a ratos no cogía el teléfono, que me tocó decirle a la india pendeja que si pensaba que se le iba a ir el alma por el auricular, la verdad, estos inmigrantes son de lo peor, claro, como se comunican por señales de humo y dibujitos de lobos y toros en las piedras.
Bueno mis corazones de melao, las dejo, no sin antes advertirles que estamos en momentos críticos con esto de los sismos. Miren que ya pasó en Japón, que es Asia, en Chile, que es Sudamérica, en Haití… ¿Eso qué es, el purgatorio? Agárrense, que ya en cualquier momento les toca a ustedes  y luego les toca irse a vivir no sé, a Estados Unidos, y ese país sí es raro, los inmigrantes tienen derechos, los homosexuales se casan, los negros gobiernan, ¡Dior! Debe ser  la viva imagen de Sodoma.

Las quiero desde lo más profundo de mi colon.

Finita Ludwig de McPherson.

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