jueves, 20 de noviembre de 2014

Descansa en paz mi querida Cayetana.

El día de hoy ha habido un acontecimiento que tiene muy afligida a toda la comunidad española, aristócrata, millonaria y demás. Hoy falleció mi tan querida amiga Cayetana (Conocida por ustedes, los sangre roja como La Duquesa de Alba)
Por años compartimos risas, charlas, pompa y gala. Era una mujer de finos gustos y poco excéntrica. Filántropa por decisión. Su inmensa fortuna fue un regalo que la vida le hizo para que pudiera ayudar a todo desamparado y necesitado que requería una mano amiga para poder salir adelante.
Siempre le critiqué su amor por la humanidad y los pobres, y ella, con esa bella voz y aquella dulce personalidad que le caracterizaba me decía:


"Josefa, mujer, tienes que aprender a apreciar la belleza de cada ser que acá reside. Recuerda que Dios no tiene preferencias, y mañana, ellos, tú y yo compartiremos el mismo cielo"

Yo solía bromear y le decía que eso no era cierto, ya que con mis tratamientos de criogenia avanzada sobre células activas, el mundo acabaría, pero seguiríamos viviendo en él las cucarachas, Cher y yo.
En ocasiones llegamos a tener pequeñas disputas ya que ella no estaba de acuerdo con mi estilo de vida esclavista y las - según ella – pésimas condiciones laborales en las que yo tenía a mis empleados.
Nunca fue partidaria de mi racismo, elitismo y aporafobia. Cada vez que tenía la oportunidad, me reclamaba por mis actos y me decía que me iría muy mal si seguía el camino por el que iba, tal vez por eso la aprecio tanto, porque a pesar de mis errores (que no lo son a mi parecer) En ella prevalecía su corazón lleno de amor y bondad, en el que cada día había una oportunidad de perdón y en donde la guerra y el dolor sólo eran términos de diccionario que esperaba no tener que conocer a carne propia.
Veo con tristeza e ira como muchos se burlan de la apariencia física de Cayetana, cómo hacen mofa a su personalidad y cómo por medio de imágenes llegan a comparaciones impertinentes e que sólo consiguen llenarme de más asco y desprecio por esta humanidad errante que desmiente cualquier teoría darwiniana acerca de la evolución.
Si bien no compartí jamás el estilo filantrópico de mi amiga la duquesa, cierto es que hizo mucho por los pobres y los necesitados, para que ahora, una sarta de gentuza de clase media y baja, y nuevos ricos mal educados, vengan a pitorrearse de una mujer que entregó sus energías y fortuna a ayudar a los demás.
Muchos de ustedes van por ahí, pregonando belleza y elocuencia, presumiendo un atractivo artificial conseguido a cambio de cirugías plásticas a las cuales pudieron acceder ahorrando en quincenas y esperando un año entero de trabajo para poder coincidir con los 15 días de vacaciones laborales y así lograr tomarse una incapacidad ya que a ustedes, los pobres, el descanso les depende de terceros.
Vergüenza deberían sentir al befarse de una persona que brindó tanto a cambio de nada, cuando ustedes no son capaces ni de parar a darle una moneda a un niño hambriento en las aceras, y cuando tienen la pequeña intención de ayudar al prójimo, lo hacen porque la porno-miseria televisiva llamada Teletón les lavó el cerebro, haciéndolos sentir Superman por cualquier triste libra de lenteja que van a dejar en alguna colecta deambulante.


Finita Ludwig de McPherson.

1 comentario: