martes, 24 de diciembre de 2013

Merry Christmas mis jodidas.

Si las ven, si las ven, van camino hacia el Sisben.

Jo-jo-jo-jodidas están mis amores.

Este año ya casi se acaba y grandes acontecimientos lo acompañaron, algunos buenos como la prima que le dieron a los honradísimos y trabajadores congresistas de la república colombiana y que la necesitan para poder comprarle uno que otro detallito a sus humildes familias, otros tristes como el nuevo libro de Amparo Grisales y otros que pasaron desapercibidos como el Grammy que le dieron a Toto la Momposina.

Sufrimos la muerte de nuestro queridísimo Nelson Mandela, amigo mío, que pasó a la historia como el primer negro que no tuvo sexo con Kim Kardashian. Joan Fontaine, también íntima mujer de mi círculo social y chica Hitchcock. Mi queridísima Meg (Margaret para ustedes, igualados) Thatcher, Peter O’Toole con quién tuve un breve amorío en su juventud  y otras muertes
no tan importantes como la de Paul Walker, que activó su ingeniosísimo y humorístico intelecto básico y colectivo y que las hizo a todas ´tuitear´ que murió por andar rápido y furioso (ustedes como siempre tan básicas y carentes de originalidad)
La muerte Cory Monteith que supe a saber quién era el mismo día que falleció ya que un mariconcito de clase media así como ustedes me enseñó un poco sobre la cultura gay de las clases marginales y por último la de Diomedes Díaz, que sucedió mientras escribía este tan jocoso escrito y aunque a mí me vale nalgas, porque honestamente ese corroncho con cara de busetero trasnochado era una de las vergüenzas más grandes que podía tener Colombia, para muchas de ustedes, alcohólicas sabatinas, era una inspiración para cantar su amor a la pareja después de que le colocaron los cachos por una manteca que vestía de Bebé y se maquillaba con polvos Nailen.

¿Hasta cuándo van a seguir engañando a sus feas pero devotas esposas por una mujerzuela que tiene un  Blackberry con carcasa de Hello Kitty y que se conforma con una recarga de $10.000 mensuales para que los esté llamando?

En fin mis amores, estas épocas llenas de hipocresía e interés son para pasarlas en familia, alrededor de un pino sintético pobremente decorado y un pesebre comprado por partes, en el que el lago de los patos está hecho con un espejo circular, las ovejas tienen el código de barras pegado en el estómago, José tiene cara de tristeza porque sabe que va a criar y a mantener a un hijo que no es suyo y porque por más que se haga el pendejo, ese cuento de que a María la embarazó una paloma no se lo cree ni el mismísimo mesías. El niño Jesús para ser recién nacido ya levanta los brazos y tiene más pelo que la cola de un ñu los reyes magos son más grandes que las casas.

Llegada la noche cenarán algún pedazo de jamón con puntos verdes y anaranjados al que llaman “pollo relleno” y arroz con Coca Cola para sentirse innovadores. Un vino caliente cosecha del 2008 acompañará a la cena y galletas navideñas serán el postre, junto con una natilla y buñuelos preparados a las 2:00 PM que las matarán de la agriera,

Eso será su navidad niñas, en cuanto a los testigos de Jehová, no sé, supongo que se quedarán viendo algún especial de Honey Boo Boo y los judíos… ¿Qué hacen los judíos en Navidad? Sería un descaro de su parte que la celebraran si tomamos en cuenta que ellos fueron los que colgaron a Jesús.

Como no pienso escribir dos columnas, de una vez les desearé por acá un feliz año nuevo. Traguen todas las uvas que puedan mientras piden deseos que no se cumplirán, recuerden que si echan arroz o lentejas en el ante jardín de la casa para atraer la prosperidad, tienen que recogerlo porque con eso es que van a almorzar al día siguiente (qué forma más próspera de iniciar el año). No salgan corriendo con maletas en mano, es simplemente vergonzoso y nos deja saber a todos que no tienen dinero para permitirse un viaje en avión así que tienen que pegarse de agüeros ridículos a ver si a mediados de año pueden ir a San Andrés con alguna promoción de paga 1 viajan 3.

Mis celebraciones se llevarán a cabo desde ya. Será una agitada semana en la que beberemos con cesar y comeremos manjares preparados por cocineros del tercer mundo a quienes tendremos cocinando día y noche sin descanso. Como los romanos, induciremos el vómito una vez que nos sintamos llenas y seguiremos comiendo, creando así un desperdicio de comida en burla a aquellos que desearían,  al menos, poder llenarse el estómago con algo más que amebas.

Como les dije, mi íntima amiga Rómula O’farril me dijo muy humanamente (como es típico en ella) que escribiría unas breves, pero inspiradoras palabras para todas ustedes, que viven del salario mínimo pero aún así aspiran a ganar más con el pasar de los años y el aumento de $20.000 pesos que hace el gobierno:

“Claro, es Nochebuena y a ustedes se les olvidan sus calamidades. Como son pobres cualquier cosa les sirve para olvidarse un rato que quizá al otro día no tengan qué comer.

Aún recuerdo aquella noche con Estefanía de Mónaco, la cena estaba dispuesta que su mentalidad de salario mínimo jamás alcanzaría a comprender, así que no me molestaré en explicarles; el punto es que para divertirnos un poco antes de disfrutar el banquete, decidimos dejar entrar a los mozos, quienes comen una vez al mes, para que olieran los manjares. Sus caras de necesidad inspiraron nuestro espíritu navideño, nuestra bondad estilo Lady Di; en fin, lo mejor de nosotras. Pensamos: "esta gente merece disfrutar", así que nos dimos a la tarea de tener el sexo más desenfrenado sobre aquella mesa. Todo era amor. Los sirvientes comían con fervor lo que caía al piso.

Sin duda alguna, esta época conmueve tanto que ustedes reparten regalos comprados a meses sin intereses, que todavía no pagan pero que ya regalaron como si por un instante no importara que trabajarán seis meses sólo para cubrir ese adeudo. Me encantan, mis esferitas de Wal-Mart.

Y como cada año crece el número de países donde pueden casarse, ustedes creerán que viven en una sociedad mejor, y está bien. Para la gente rica como yo, un matrimonio es un contrato, una alianza estratégica para amasar más fortuna; para ustedes, un acto de amor. Me encanta la gente pobre. Quizá por eso se divorcian los heterosexuales comunes: el amor es una divisa de poco valor, volátil y sin respaldo. Y por si fuera poco, además quieren adoptar; vaya gente. ¿Acaso no les basta el ejemplo hetero para darse cuenta que los hijos han sido siempre el bote salvavidas donde ellos han depositado sus frustraciones? Ay mis jotos que necesitan aceptación social a través de un hijo, es la decadencia de la homosexualidad. Qué asco me dan los derechos humanos, siempre quitándole lo divertido a las relaciones sociales.
Les deseo un feliz año lleno de engaños mentales disfrazados de logros y derechos, que son como sus regalitos comprados a plazos: baratos, y a pagar después de disfrutar. Besos.


Siempre millonaria, Rómula.”


No sé a ustedes, pero yo al leer esto, quise derramar una lágrima, sin embargo no pude porque con tanto estiramiento facial perdí paulatinamente las glándulas lagrimales y ahora sólo logro emitir un sollozo en seco que es bastante incómodo para algunas personas.
Mis amores, no siendo más, resta desearles una feliz y humilde navidad, que sus sueños de Baloto se cumplan. De igual manera espero que el próximo año esté lleno de empleos extenuantes, mal pagos pero que las hace estar conformes ya que al menos pueden desayunar con huevo y almorzar con carne.

Eternamente amada por ustedes.

XOXO
Josefina Ludwig de McPherson.




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