Si las ven, si las ven, van camino hacia el Sisben.
Jo-jo-jo-jodidas están mis amores.
Este año ya casi se acaba y grandes acontecimientos lo
acompañaron, algunos buenos como la prima que le dieron a los honradísimos y
trabajadores congresistas de la república colombiana y que la necesitan para
poder comprarle uno que otro detallito a sus humildes familias, otros tristes
como el nuevo libro de Amparo Grisales y otros que pasaron desapercibidos como
el Grammy que le dieron a Toto la Momposina.
Sufrimos la muerte de nuestro queridísimo Nelson Mandela,
amigo mío, que pasó a la historia como el primer negro que no tuvo sexo con Kim
Kardashian. Joan Fontaine, también íntima mujer de mi círculo social y chica
Hitchcock. Mi queridísima Meg (Margaret para ustedes, igualados) Thatcher,
Peter O’Toole con quién tuve un breve amorío en su juventud y otras muertes
no tan importantes como la de
Paul Walker, que activó su ingeniosísimo y humorístico intelecto básico y
colectivo y que las hizo a todas ´tuitear´
que murió por andar rápido y furioso (ustedes como siempre tan básicas y
carentes de originalidad)
La muerte Cory Monteith que supe a saber quién era el mismo
día que falleció ya que un mariconcito de clase media así como ustedes me
enseñó un poco sobre la cultura gay de las clases marginales y por último la de
Diomedes Díaz, que sucedió mientras escribía este tan jocoso escrito y aunque a
mí me vale nalgas, porque honestamente ese corroncho con cara de busetero
trasnochado era una de las vergüenzas más grandes que podía tener Colombia,
para muchas de ustedes, alcohólicas sabatinas, era una inspiración para cantar
su amor a la pareja después de que le colocaron los cachos por una manteca que
vestía de Bebé y se maquillaba con polvos Nailen.
¿Hasta cuándo van a seguir engañando a sus feas pero devotas
esposas por una mujerzuela que tiene un
Blackberry con carcasa de Hello Kitty y que se conforma con una recarga
de $10.000 mensuales para que los esté llamando?
En fin mis amores, estas épocas llenas de hipocresía e
interés son para pasarlas en familia, alrededor de un pino sintético pobremente
decorado y un pesebre comprado por partes, en el que el lago de los patos está
hecho con un espejo circular, las ovejas tienen el código de barras pegado en
el estómago, José tiene cara de tristeza porque sabe que va a criar y a
mantener a un hijo que no es suyo y porque por más que se haga el pendejo, ese
cuento de que a María la embarazó una paloma no se lo cree ni el mismísimo
mesías. El niño Jesús para ser recién nacido ya levanta los brazos y tiene más
pelo que la cola de un ñu los reyes magos son más grandes que las casas.
Llegada la noche cenarán algún pedazo de jamón con puntos
verdes y anaranjados al que llaman “pollo relleno” y arroz con Coca Cola para
sentirse innovadores. Un vino caliente cosecha del 2008 acompañará a la cena y
galletas navideñas serán el postre, junto con una natilla y buñuelos preparados
a las 2:00 PM que las matarán de la agriera,
Eso será su navidad niñas, en cuanto a los testigos de
Jehová, no sé, supongo que se quedarán viendo algún especial de Honey Boo Boo y
los judíos… ¿Qué hacen los judíos en Navidad? Sería un descaro de su parte que
la celebraran si tomamos en cuenta que ellos fueron los que colgaron a Jesús.
Como no pienso escribir dos columnas, de una vez les desearé
por acá un feliz año nuevo. Traguen todas las uvas que puedan mientras piden
deseos que no se cumplirán, recuerden que si echan arroz o lentejas en el ante
jardín de la casa para atraer la prosperidad, tienen que recogerlo porque con
eso es que van a almorzar al día siguiente (qué forma más próspera de iniciar
el año). No salgan corriendo con maletas en mano, es simplemente vergonzoso y
nos deja saber a todos que no tienen dinero para permitirse un viaje en avión
así que tienen que pegarse de agüeros ridículos a ver si a mediados de año
pueden ir a San Andrés con alguna promoción de paga 1 viajan 3.
Mis celebraciones se llevarán a cabo desde ya. Será una
agitada semana en la que beberemos con cesar y comeremos manjares preparados
por cocineros del tercer mundo a quienes tendremos cocinando día y noche sin
descanso. Como los romanos, induciremos el vómito una vez que nos sintamos
llenas y seguiremos comiendo, creando así un desperdicio de comida en burla a
aquellos que desearían, al menos, poder
llenarse el estómago con algo más que amebas.
Como les dije, mi íntima amiga Rómula O’farril me dijo muy
humanamente (como es típico en ella) que escribiría unas breves, pero
inspiradoras palabras para todas ustedes, que viven del salario mínimo pero aún
así aspiran a ganar más con el pasar de los años y el aumento de $20.000 pesos
que hace el gobierno:
“Claro, es Nochebuena
y a ustedes se les olvidan sus calamidades. Como son pobres cualquier cosa les
sirve para olvidarse un rato que quizá al otro día no tengan qué comer.
Aún recuerdo aquella
noche con Estefanía de Mónaco, la cena estaba dispuesta que su mentalidad de
salario mínimo jamás alcanzaría a comprender, así que no me molestaré en
explicarles; el punto es que para divertirnos un poco antes de disfrutar el
banquete, decidimos dejar entrar a los mozos, quienes comen una vez al mes,
para que olieran los manjares. Sus caras de necesidad inspiraron nuestro
espíritu navideño, nuestra bondad estilo Lady Di; en fin, lo mejor de nosotras.
Pensamos: "esta gente merece disfrutar", así que nos dimos a la tarea
de tener el sexo más desenfrenado sobre aquella mesa. Todo era amor. Los
sirvientes comían con fervor lo que caía al piso.
Sin duda alguna, esta
época conmueve tanto que ustedes reparten regalos comprados a meses sin
intereses, que todavía no pagan pero que ya regalaron como si por un instante
no importara que trabajarán seis meses sólo para cubrir ese adeudo. Me
encantan, mis esferitas de Wal-Mart.
Y como cada año crece
el número de países donde pueden casarse, ustedes creerán que viven en una
sociedad mejor, y está bien. Para la gente rica como yo, un matrimonio es un
contrato, una alianza estratégica para amasar más fortuna; para ustedes, un
acto de amor. Me encanta la gente pobre. Quizá por eso se divorcian los
heterosexuales comunes: el amor es una divisa de poco valor, volátil y sin
respaldo. Y por si fuera poco, además quieren adoptar; vaya gente. ¿Acaso no
les basta el ejemplo hetero para darse cuenta que los hijos han sido siempre el
bote salvavidas donde ellos han depositado sus frustraciones? Ay mis jotos que
necesitan aceptación social a través de un hijo, es la decadencia de la
homosexualidad. Qué asco me dan los derechos humanos, siempre quitándole lo
divertido a las relaciones sociales.
Les deseo un feliz año
lleno de engaños mentales disfrazados de logros y derechos, que son como sus
regalitos comprados a plazos: baratos, y a pagar después de disfrutar. Besos.
Siempre millonaria,
Rómula.”
No sé a ustedes, pero yo al leer esto, quise derramar una
lágrima, sin embargo no pude porque con tanto estiramiento facial perdí
paulatinamente las glándulas lagrimales y ahora sólo logro emitir un sollozo en
seco que es bastante incómodo para algunas personas.
Mis amores, no siendo más, resta desearles una feliz y
humilde navidad, que sus sueños de Baloto se cumplan. De igual manera espero
que el próximo año esté lleno de empleos extenuantes, mal pagos pero que las
hace estar conformes ya que al menos pueden desayunar con huevo y almorzar con
carne.
Eternamente amada por ustedes.
XOXO
Josefina Ludwig de McPherson.
No hay comentarios:
Publicar un comentario